Cómo se enfrentan las mujeres a la brecha de género en el trabajo

Hace poco más de un año, aunque seguían existiendo grandes retos en materia de igualdad de género, el número de mujeres en el lugar de trabajo iba en aumento.

Si avanzamos 12 meses, el panorama ha cambiado, ya que la pandemia y la consiguiente crisis económica han afectado de forma desproporcionada a las mujeres.

Este último año, las mujeres han abandonado sus puestos de trabajo a un ritmo mayor que los hombres, mientras que las desigualdades a las que ya se enfrentaban se han agravado. En parte, esto se debe que en profesiones como el cuidado de niños, la hostelería y el ocio, en las que predominan las empleadas, dependen directamente del contacto personal y, por lo tanto, están más afectados por la pandemia. Además, en muchos hogares, las mujeres siguen encargándose del cuidado de los niños y de las tareas domésticas, por lo que trabajar desde casa no ha hecho más que aumentar sus exigencias diarias.

Aunque las dificultades son especialmente patentes en este momento, existe un riesgo a largo plazo vinculado al retroceso de décadas de esfuerzos en materia de diversidad de género en las empresas.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hemos hablado con varias mujeres que ocupan puestos de liderazgo dentro de JLL. Aunque sus puntos de vista pueden variar según el lugar en el que vivan (en función de las políticas, normas sociales o el porcentaje de mujeres que forman parte de la fuerza laboral), también hay muchos puntos en común.

El trabajo flexible y el cuidado de los niños desempeñan un papel muy importante a la hora de facilitar la presencia de las mujeres en las oficinas. Pero el apoyo al liderazgo es igual de importante, dice Ingrid Jacobs, Directora Global de Diversidad e Inclusión de JLL.

"Tiene que haber un cambio de paradigma para dejar de lado la mentalidad que no fomenta la incorporación de la vida personal al trabajo", afirma.

Las empresas deben mantener conversaciones más abiertas con los empleados sobre su vida familiar. "Pasos sencillos como asegurarse de que la gente se toma descansos durante el día o poner límites a las horas que dedicamos al trabajo evitando enviar correos electrónicos a altas horas de la noche son cosas que todos los líderes pueden hacer".

En Estados Unidos, más de 600.000 mujeres dejaron de trabajar el pasado mes de septiembre, ocho veces más que el número de hombres, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.

"Más de 11 millones de mujeres se han visto afectadas por la pérdida de puestos de trabajo y dos millones han abandonado la fuerza laboral por completo", afirma Jacobs, que vive en Boston. "Las empresas que luchan por que las mujeres se queden tienen que pensar mucho en lo que va a costar retenerlas".

En Europa, donde países como Suecia y los Países Bajos son famosos por sus políticas de empleo favorables a la familia, las mujeres pueden encontrase con menos impactos adversos que en otros lugares, dice Sabine Eckhardt, directora general de Europa Central y del Este de JLL.

Sin embargo, señala que el equilibrio entre el trabajo y la vida privada sigue sufriendo y las empresas deben dejar espacio a las mujeres para gestionar su vida familiar.

"Las mujeres con las que me relaciono no quieren un trato especial", dice. "Quieren ser recompensadas por trabajar duro. Debemos ofrecer apoyo a nuestras empleadas, pero no debemos excedernos".

Anny Zhang, directora general de JLL para el este de China, está de acuerdo. "Iniciativas como el Día Internacional de la Mujer son fantásticas, pero necesitamos el reconocimiento de nuestras contribuciones por encima de todo", afirma. "Esto significa ver a más mujeres en puestos de responsabilidad".

Muchas mujeres de todo el mundo han puesto en pausa sus ambiciones profesionales mientras se desarrolla la pandemia.

"Es un hecho que me asusta de verdad", dice Eckhardt. Sin embargo, en lugar de causar un daño irreversible o a largo plazo, cree que la pandemia hará retroceder el progreso conseguido sólo un par de años.

Muchas mujeres en China han frenado sus carreras voluntariamente, dice Zhang.

"Mis clientas y amigas se plantearon poner freno a su carrera por diferentes motivos: para cuidar de los hijos o porque están embarazadas y quieren reducir el riesgo de infectarse", dice. "No ha sido necesariamente por una situación de despido".

Sin embargo, la pandemia ha repercutido positivamente en la cultura del trabajo flexible en China, que antes iba a la zaga del occidente, dice.

"El trabajo flexible fue muy conceptual durante mucho tiempo, pero muchas empresas, como JLL, han puesto en marcha políticas de trabajo flexible aplicables a todos los empleados durante situaciones críticas para asegurarse de que no abandonen sus puestos de trabajo", afirma Zhang, quien añade que se ha producido una notable mejora en las formas de gestión que ayudan a facilitar la flexibilidad.

La mayoría de los debates sobre el impacto de las mujeres en el trabajo se refieren a las posiciones que ocupan en las empresas.

"El sector inmobiliario va por buen camino con la diversidad, pero somos unos privilegiados", dice Eckhardt. "El ‘home office’ no es aplicable a la mayoría de las profesiones".

La crisis ha afectado gravemente a los trabajadores peor pagados, muchos de los cuales son mujeres del sector servicios. Los nuevos datos sobre la brecha salarial muestran que las personas con ocupaciones menos cualificadas han perdido más horas de trabajo que los directivos y profesionales mejor pagados.

La educación y la formación podrían resultar fundamentales. En China, Zhang afirma que el gobierno ya ha puesto en marcha programas de capacitación para las mujeres del sector servicios.

A pesar de los titulares que pronostican el retroceso de una generación de trabajo, las directivas de JLL son optimistas. Todas coinciden en que el sector inmobiliario, históricamente dominado por los hombres, no es inmune a los desafíos. Pero está bien posicionado para capear el temporal.

"No creo que esto descarrile todo, pero los líderes empresariales deben corregir el rumbo rápidamente para evitar daños a largo plazo en las tasas de contratación de mujeres", dice Jacobs. "La diversidad genera mejores ingresos y es un elemento que facilita el negocio, por lo que las empresas que se mantengan fieles a sus valores durante este tiempo obtendrán buenos resultados".