En la segunda mitad de 2024, Medellín registró la entrada en operación de un edificio de oficinas por primera vez en tres años. Esto, sumado a reducciones puntuales en el área ocupada, propició que la tasa de vacancia aumentara a 6,1% respecto al 2,7% observado al cierre de 2023.
El mercado de oficinas de Medellín ha mantenido una de las tasas de vacancia más bajas de Latinoamérica en el último quinquenio, con un promedio de 5%, al tiempo que las rentas crecieron un 32% en el mismo periodo. La demanda combina conglomerados empresariales antioqueños y un creciente número de empresas internacionales atraídas por la disponibilidad de capital humano y la calidad de vida en la ciudad.